Wednesday, May 10, 2006

Cristo Vive

El sábado pasado fué la primera comunión de mi sobrino…nada como ir a la iglesia borracha para sentirte culpable y pecadora.

Tan pronto entré por la puerta sentí un ardor peculiar en la planta de los pies, como si me estuviera prendiendo en fuego seguido de un leve temblor. Cuando logro alzar los ojos (la resolana me molestaba) me fijo en los apóstoles de las vidrieras…todos me miraban y movían sus cabezas como diciéndome que pena…¡ya cuando empezaron a secretear me encojoné y me cagué en la madre de Cristo! Mire puñeta…comulgué y luego me di una copa de vino pa' bajar la hostia.

Ese día comenzó de manera peculiar. Me levante después de dormir hora y media después de beber como una cerda. La noche anterior fui a Nono’s a ver a Cultura y mi amigo el bartender se encargo de envenenar mi sistema con algo llamado After Shock. Lo único que recuerdo es que sentí cuando aquella mierda me limpió los senos nasales tan pronto me lo bebí…

Volviendo al sábado…cuando abrí los ojos sentí una sensación extraña en el área del esfínter…por poco me cago…literalmente. Dios…solo tu podrías quitarme estas diarreas así que me bañe, me vestí y me fui a la iglesia. Cuando me percaté que los apóstoles me miraban me senté en el banco para guardárselo a mi familia.

Yo sola no podía velar todo ese banco así que reclute la ayuda de mi inocente hijo, ( pobrecito no sabe lo sucio que le jugo Dios al nacer de mi, yo el me revelo y me hago socio del diablo! ) En una que me estoy durmiendo siento que alguien se sienta en MI banco. Coño, era una dulce viejecita bastón en mano. Le pido disculpas y le explico la situación y esa vieja cabrona me ha dicho que no se iba mover…que mi familia buscara donde sentarse. Buej…yo ciertamente no iba a seguir ganándome el tridente y la deje en paz, total yo había llegado a tiempo y estaba sentada muy cómoda. Allá los hijos de puta de mis hermanos que nunca pueden ser puntuales…que se mamen la misa de pie.


Al llegar mi madre la situación cambio. Verán, a mi dulce madre le tiene miedo hasta el diablo. La loca insulta a cualquiera, hace un show y luego se hace la victima. Ya como a mi nada me abochorna la deje que fuera a donde la vieja y saque mi bolsa de pop corn. Después que intercambiaron par de cagas de madre (muy finamente debo añadir) y la vieja empujo a mi madre con el bastón mi hermana se llevo a laloc (como cariñosamente le decimos a laloca de mi madre) y todo se calmó.

Tres horas después o por lo menos asi lo sentí el cura muy dulcemente nos ofreció la paz. Ahh que momento…vería a la hipócrita de mi madre ofrecerle la paz a la vieja cabrona y yo me mearia de la risa.

Son pocos los momentos en que hasta Dios se tiene que echar pa’tras y mearse de las hipocresías eclesiásticas…por mi madre que cuando me iba Cristo me guiño un ojo y me dio un thumbs up!

Monday, May 01, 2006

Respeto

¿En que momento es que uno llega a perder el respeto?

No hace mucho me fuí de fin de semana con unos amigos a la casa de playa de mi hermana. Uno de ellos era un gringo que nunca había visto la playa y el otro obviamente era el famoso Emma.

Llegamos de noche y esta de más decirlo…rompimos a beber. Como a las dos horas decidimos dar una vuelta ya que la noche estaba bien bellacosa. No había luna y se veía el firmamento como si lo hubiese dibujado un niño de cinco años…no faltaba una estrella. Cuando llegamos a la playa vimos unas sillas, de esas que se reclinan y nos acostamos, los tres en fila a hablar mierda y a cantar canciones…cosa de borracho.

Ya cuando el alcohol hacia su efecto máximo o sea nos empezamos a quedar dormidos sentí una lluvia de algo poco agradable…si el maricón de Emmanuel me tiro una bola de arena. Me lleno la cara, es mas, todavía, par de semanas después estoy escupiendo arena. En esos momentos firmo la declaración de guerra y no lo sabia. Me quede tranquila. Me levante, me sacudí, lo mire y le advertí que esto no se quedaba así. El cobarde se paro a correr como una niña chiquita…no…como una puta. Una vez lo alcance me acorde de las técnicas de defensa personal que me enseño el donante (traducción…el padre biológico de mi hijo). Lo tire al piso y lo hice comer arena. Yo escupiré arena todavía…pero el cabrón la sigue cagando.

Pensarán que este fué el momento culminante de la noche…pues no. Cuando nos cansamos de actuar como infantes nos percatamos de una mancha blanca en el agua que brillaba como algo nunca antes visto. Era el culo del gringo. Dios…se había quitado TODA la ropa y se había metido en cueros al agua. En ese momento creí en Cristo y empecé a orar. El tipo se había metido en el agua sin saber nadar y el mar estaba sumamente picao. Las piernas me empezaron a temblar y no me hacia caso…no quería salir. Obviamente detrás de el nos tuvimos que meter Emma y yo a ver si no terminábamos en la primera plana del Vocero...“Tres ballenas flotando por la costa este de la isla fueron divisadas anoche por la guardia costera…”

Cuando vi que la nota le había bajado al gringo me relajé…el que no se podía relajar era Emma con el miedo que con una ola el gringo le cayera ensartado…estaba en cueros… cualquier cosa podía pasar.

Por fin logramos sacar al gringo del agua…nos fuimos a la casa a seguir bebiendo.


¿En que momento he perdido el respeto de mis amigos que se sienten en la libertad de encuerarse cuando les sale del forro? No sé…pero creo que es buen momento para sentarme a analizar mi vida…